
La reforma curricular afecta directamente a la formación inicial de los docentes. Sin embargo, para construir un proyecto educativo, requiere tener una gran responsabilidad, sobre ante la cada vez más demandante formación de educadores.
Dentro de las consideraciones que se deben tener en cuenta: está que la reforma curricular ha comprendido desde 1993 la educación secundaria; esto representó en términos curriculares un retorno al esquema de trabajo por asignatura. Otro aspecto, es que el proyecto de incorporar la educación normal a nivel superior arrancó con los mismos recursos humanos ya existentes y con un programa muy débil de actualización del profesorado. Pero desde el origen del proyecto institucional de la Normal Superior, la incorporación del término superior significaba oferta formativa para docentes con normal básica y es en 1984 cuando este significado se enriquece y la institución incorpora las responsabilidades propias de la universidad, como la investigación, la difusión y la extensión. Lo importante sería el plantearse la pregunta ¿cuánto tiempo se requiere para valorar la pertinencia y vigencia de una propuesta curricular? Por mencionar un ejemplo: en el sistema educativo noruego, dicen que lo que se necesita son periodos de tiempo más largos, pero nuestro país entre las muchas debilidades que tienen, sería primordial que primero se supere la pseudovisión, es decir, de carácter político de la educación.
El devenir de la reforma curricular en México, nos ha dejado ver que los cambios demasiado frecuentes o con impresiciones de sentido, generan confusión o simulación en el profesorado y la consecuente pérdida de confianza en las bondades del cambio; lo que al final impacta en la frágil moral ético-profesional de los formadores. El problema parece afectar cada vez en cuanto a la calidad del capital humano, y lo que se espera, es que esa reforma curricular logre articular el desafío de renovar contenidos que habilitan la docencia y el reto de introducir innovaciones educativas viables en la estructura escolar y la práctica docente.
El objetivo explícito de las transformaciones curriculares, es la mejora sustancial de la calidad formativa de nuevos docentes, y se ha de trabajar en tres vías por lo menos: continuidad, articulación y secuencia.
Para elevar la calidad de la educación superior, se requiere evaluar las ventajas y desventajas de las reformas globales y las reformas gradualistas, siendo que éstas últimas, integran y determinan la calidad de los procesos educativos. La formación de docentes para secundaria ha de orientarse hacia objetos estratégicas, como: una formación humana integral que atienda el desarrollo de destrezas intelectuales; una sólida preparación en las asignaturas, grados y niveles en los que se va a enseñar. En cuanto a las teorías que conforman el diseño curricular, se enfatiza la necesidad de complementar la fundamentación psicológica, filosófica y lógica, con una fundamentación antropológica y sociológica.
El éxito de la reforma curricular depende en mucho de la capacidad de integración de profesores donde el componente principal es el maestro y sobre todo el que cuente con una disposición actitudinal. El proceso requiere de conocimientos, actitudes, recursos, tiempos y energías adicionales debido a la complejidad y dificultades que enfrenta una institución en proceso de reforma curricular.
Bibliografía:
Zataráin Mendoza, R. (2003). Consideraciones y preguntas sobre la reforma curricular en la escuela normal superior. Educar, (27), 29-34. Recuperado Junio 1, 2009, de http://educar.jalisco.gob.mx/27/Educar%20No%2027.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario